viernes, julio 06, 2007

El Faro


Hace poco, en un comentario del blog de natalia escribía una recomendación a modo de broma:

Un consejo: "Guía tu vida con el FARO acertado y llegarás a buen puerto" (jeje) Ahora que cada uno piense cual es su faro y "quien maneja su barca", como dijo remedios amaya.

Es fácil hacer similitudes sexuales, y éste es un claro ejemplo. Sin embargo creo que la historia va cargada de más filosofía que la aparente.

Hace pocos días volví a ver cómo un grupo de personas manejó "mi barca" de los próximos antes bajo su modo de ver o cómo piensan que será mi vida próxima. Con menos años, creo que me habría sentado mal. Pienso que he sido bastante revelde (quizás un revelde acomodado) en ese sentido. Siempre he luchado yo por ser quien maneje las riendas de mi vida, y antes que alguien opinara sobre qué o cómo debía hacer las cosas me molestaba porque mi vida era sólamente mi vida.

A día de hoy, creo que he ganado en templanza. Quizás no haya aprendido muchas cosas, pero si he aprendido a asumir que lo que tenga que venir vendrá. Uno puede y debe planificar qué es lo que quiere ser y que quiere hacer, pero por planificarlo no quiere decir que "tu barca" no te lleve a puertos desconocidos. ¿Quién me iba a decir a mi que a día de hoy iba a ser quien soy, como soy y con las cosas que hago?

Más importante se me hace mantener una integridad en mi "barca", que descubrir cuál será el próximo puerto. Es más difícil. Uno deb lidiar con sigo mismo a diario y sin embargo con el futuro ya te encontrarás cuando se torne presente.

No sé si a un puerto concreto o si a la deriva. No sé si remando o a motor. No sé alguien maneja mi barca o no. Lo único que deseo es sentir en paz conmigo. Alcanzar la tranquilidad de hacer las cosas como buenamente creo que debo hacer. Confiar en mi y en mis posibilidades. Ser integro independientemente de la dirección que tome. Sobre todo, reir; que la risa sea el tono de fondo.

Ahí va un poco de filosofía, no sé si barata pero sí personal.

1 comentario:

N dijo...

Tranquilo, capitán, que siempre manejarás tu barca o, cuanto menos, decidirás por qué mares quieres navegar.
Y, en justa correspondencia, te doy un consejillo (yo que pensaba que estas cosas ya no se podían hacer): Sigue pintando, sigue riendo y eligiendo a quien querer. Creo que son las claves de tus éxitos.